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Desde el surgimiento de la fotografía en la primera mitad del siglo XIX, diversas instituciones, entidades y fotógrafos navarros aportaron una particular visión de su entorno a través de esa novedosa técnica que permitía captar imágenes fijas tomadas directamente de la realidad circundante, de un hecho o de una escena, en un momento preciso.

Estos documentos fotográficos son un testimonio irremplazable de nuestro pasado. Han sido especialmente valorados por la singularidad de sus imágenes pero son también realizaciones únicas salidas de la mano de los fotógrafos. Son reflejo además de una actividad técnica, industrial y económica desaparecida, que frecuentemente nos ha legado también, junto a las fotografías, material técnico y otro tipo de documentos textuales. Todo ello constituye nuestro patrimonio fotográfico, una parte de nuestro patrimonio cultural y documental esencial para comprender los siglos XIX y XX.

La conservación de estos testimonios fotográficos ha sido posible gracias a su cuidadosa preservación durante décadas, primero, por sus mismos creadores, y más tarde, por sus herederos y entidades custodias.

El Archivo Real y General de Navarra forma el último eslabón de esta cadena en la salvaguarda del patrimonio fotográfico navarro y toma el testigo de quienes, de forma meritoria, han conservado esas piezas tan delicadas. Unas instalaciones modernas y un equipo técnico formado por especialistas en fotografía, restauración y digitalización garantizan la conservación a perpetuidad de todos los ejemplares, agrupados en sus fondos y asociados al nombre de sus creadores. En su vocación de servicio publico, el Archivo Real y General de Navarra ofrece también a la ciudadanía su asesoramiento técnico para la correcta conservación y gestión del patrimonio fotográfico.

Todos los propietarios interesados en conocer el programa Fototeca de Navarra pueden contactar con el Archivo Real y General de Navarra a través del correo electrónico fototeca@navarra.es